Asma

El asma es una enfermedad crónica que afecta a niños y adultos. Las vías que conducen el aire a los pulmones se estrechan debido a la inflamación y la compresión de los músculos que rodean las vías respiratorias finas. Ello causa los síntomas del asma: tos, sibilancias, disnea y opresión torácica. Estos síntomas son intermitentes, y suelen agravarse durante la noche o al hacer ejercicio. Otros factores desencadenantes frecuentes pueden agravar los síntomas del asma. Los desencadenantes varían de una persona a otra, pero entre ellos figuran las infecciones víricas (resfriados), el polvo, el humo, los gases, los cambios meteorológicos, los pólenes de gramíneas y árboles, el pelaje y las plumas de animales, los jabones fuertes y los perfumes.

Si bien el asma no tiene cura, un tratamiento adecuado con medicamentos inhalados puede ayudar a controlar la enfermedad y facilitar que las personas asmáticas lleven una vida normal y activa.
Existen dos tipos principales de inhaladores:

  • Los broncodilatadores, que liberan las vías respiratorias y alivian los síntomas
  • Los esteroides, que reducen la inflamación de las vías respiratorias, lo que mejora los síntomas del asma y reduce el riesgo de ataques graves de asma y de muerte.

Las personas asmáticas pueden tener que utilizar un inhalador a diario. Su tratamiento dependerá de la frecuencia de los síntomas y de los distintos tipos de inhaladores disponibles.

Cámaras de inhalación

Cómo utilizar un inhalador con cámara espaciadora