Artrosis de rodilla

La artrosis de rodilla es una enfermedad que desgasta el cartílago de la articulación, causando dolor y dificultad para mover la pierna. Con el tiempo, puede afectar la calidad de vida, limitando actividades diarias. En nuestra escuela de salud, te enseñamos cómo prevenir, aliviar y manejar los síntomas de esta condición para mejorar tu bienestar.
¿Qué síntomas produce?
Los síntomas característicos de la artrosis de rodilla son el dolor, la rigidez articular y la disminución o incapacidad en el movimiento, generalmente en ausencia de fiebre e inflamación.
El diagnóstico de la artrosis de rodilla se basa en la anamnesis (recopilación de datos del paciente, tanto de su historia clínica actual como pasada) y exploración física, con el apoyo de pruebas radiológicas y análisis del líquido articular para confirmar el diagnóstico si es necesario, y descartar otras enfermedades.
La educación del paciente debe formar parte integral del manejo del paciente han demostrado reducir el dolor y aumentar las habilidades adquiridas, aunque con poco impacto en la capacidad funcional.
Las pautas de protección articular y de modificación de hábitos de vida han demostrado evitar el estrés articular.
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Hábitos alimentarios:
En personas con obesidad se debe ofrecer un programa que incluya consejo dietético y actividad física, ya que la reducción de peso junto con el ejercicio ha demostrado reducir el dolor y mejorar la funcionalidad.
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Actividad física:
Se han de valorar tanto factores relacionados con la artrosis (dolor, daño articular, estabilidad articular, movilidad articular) y factores individuales como la edad y la comorbilidad. Por tanto, en la prescripción del ejercicio debe considerarse el objetivo y adaptación a las posibilidades y características de cada paciente. Los ejercicios de flexibilización y fortalecimiento han demostrado que producen reducción del dolor y mejoran la función de los pacientes con artrosis de rodilla.
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Tratamiento ortopédico:
Las posibilidades de intervención son varias, dependiendo de la edad, comorbilidad, grado de afectación clínica y deterioro articular.
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Tratamiento farmacológico:
El paracetamol es un fármaco eficaz en el alivio del dolor de los pacientes con artrosis de rodilla. Este fármaco debe ser considerado como tratamiento analgésico oral de primera elección en estos pacientes, aunque su prescripción debe hacerse de forma individualizada. Si el paracetamol ha funcionado como tratamiento inicial, y al existir evidencia de su seguridad a largo plazo, se recomienda su uso para el control del dolor en tratamientos prolongados con analgésicos orales.
Los AINEs orales, como el ibuprofeno, son más efectivos que el paracetamol en la reducción del dolor y en la valoración global y estado funcional de los pacientes con artrosis de rodilla, sobre todo en pacientes con niveles moderados a graves de dolor.