Anticoagulantes de acción directa (ACODs): Dabigatrán (Pradaxa®), Rivaroxabán (Xarelto®), Apixabán (Eliquis®), Edoxabán (Lixiana®)

Los anticoagulantes tienen como misión evitar la formación de coágulos no deseados que pudieran ocasionarle complicaciones (infarto cerebral, infarto pulmonar, trombosis arterial o venosa, infarto cardiaco...).
Para ello, el médico que le indica este tratamiento, le recetará el fármaco que considere más adecuado a su enfermedad y a sus características personales (edad, función renal, antecedentes, otros tratamientos...).
Los ACODs actúan específicamente sobre un único factor de la coagulación para evitar la formación del trombo no deseado; deberá de vigilar si le aparece algún signo de sangrados.
Si no toma la dosis indicada, estará desprotegido ante la trombosis. No abandone la medicación anticoagulante sin indicación médica.
Informe SIEMPRE que toma tratamiento anticoagulante, indicando el nombre del fármaco, dosis y hora de la última toma.
Los ACODs son anticoagulantes de nueva generación que no necesitan monitorización de rutina.
El médico que le prescribió el tratamiento anticoagulante (cardiólogo, neurólogo...) y/o su médico del Centro de Salud le citarán para seguimiento de forma periódica para controlar:
- Cumplimiento del tratamiento
- Eventos tromboembólicos
- Sangrados
- Otros efectos secundarios
- Uso con otros medicamentos
- Analítica: para valorar hemoglobina, función renal y función hepática
Cuidados
Acuda a Urgencias si aparece:
- Pérdida brusca de visión
- Sangrados que no cesan
- Dolor de cabeza intenso y/o brusco (o si aparece junto a vómitos)
- Heces de color negro
- Sangre en heces/orina
- Vómitos/diarrea importante
- Sangrados nasales que no cesan
- Hemorragias ginecológicas severas/espontáneas
- Esputos con sangre
- Golpe en cabeza, tórax o abdomen importante
Cómo debo tomar la medicación y otras recomendaciones útiles