Sangrado nasal


Las hemorragias o sangrados nasales son muy frecuentes en la edad infantil. Las pueden facilitar el hurgarse la nariz, los ambientes secos (calefacción o aire acondicionado), también un catarro o resfriado, las alergias (rinitis), un golpe o la introducción de objetos.

Normalmente se trata de sangrados en la parte anterior de la nariz que ceden en pocos minutos.

Esta forma de sangrado no es grave y es fácil de detener en casa.


¿Qué hacer?

  • Mantenga la calma.
  • Siéntese en una silla, ligeramente inclinado hacia delante para que la sangre salga por la nariz. No eche la cabeza hacia atrás, facilita que se trague la sangre y puede ocasionarle náuseas y vómitos.
  • Con la ayuda de un pañuelo suena cada orificio nasal para limpiarlos de coágulos.
  • Con los dedo índice y pulgar, a modo de pinza, apriete suavemente la parte blanda de la nariz durante 5-10 minutos. Respire por la boca. Pasado ese tiempo compruebe si ha dejado de sangrar. En caso contrario, repita la misma actuación.
  • Puede colocar una gasa o algodón humedecido con agua oxigenada, en la fosa nasal que sangra.
  • La aplicación de compresas de hielo en el cuello, en la nuca y en el dorso de la nariz también ayuda a controlar la hemorragia.
  • En ocasiones puede ser necesario que un profesional sanitario le coloque un tapón para detener el sangrado. Mientras lleve ese tapón:

    • Debe evitar hacer esfuerzos físicos bruscos, sobre todo en las siguientes doce horas a la colocación.
    • Es recomendable la alimentación y el baño a temperatura no caliente.
    • Evite sonarse la nariz y, si estornuda, hágalo con la boca abierta.
    • Cuando se acueste, mantenga una postura incorporada. Le ayudará a respirar con más comodidad.
  • Los lavados nasales y la aplicación de vaselina u otro tipo de pomadas epitelizantes ayudan a mantener la humedad de las fosas nasales.
  • El tabaco irrita y seca la nariz.

¿Cuándo consultar?

  • Si el sangrado dura más de 15-20 minutos, a pesar de comprimir las fosas nasales.
  • Si el sangrado fue por un golpe.
  • Si sangra de la nariz muy a menudo.
  • Si sangra por otras partes de cuerpo o tiene moraduras diversas y fiebre.
  • Si el sangrado no se detiene y está tomando medicamentos que favorecen las hemorragias como aspirina, clopidogrel, Sintrom u otros anticoagulantes.