Los anticoagulantes orales, disminuyen la capacidad de coagulación de la sangre, haciéndola más líquida e impidiendo la formación de coágulos. Previenen la formación de trombos, embolias o infartos, en personas que tienen un aumento de riesgo de los mismos debido a diferentes enfermedades o situaciones.

En Aragón alrededor de 22.000 personas reciben tratamiento anticoagulante oral, el fármaco más conocido es el Sintrom®, pero existen otro tipo de anticoagulantes que son cada día más utilizados.

Los anticoagulantes orales clásicos actúan bloqueando la acción de la vitamina K del organismo, impidiendo la formación normal de factores necesarios para la coagulación.

Cuando se está llevando este tratamiento es fundamental la realización de controles periódicos para ajustar la dosis, con el fin de que no se produzcan complicaciones relacionadas con el mismo. Estos controles pueden ser realizados de forma autónoma o a través de los centros de salud.

Los anticoagulantes orales de acción directa actúan específicamente sobre un único factor de la coagulación para evitar la formación del trombo no deseado; no precisan controles periódicos frecuentes, pero se debe de vigilar la aparición de algún signo de sangrado.

El personal médico indicará el tipo de tratamiento que precisa según las necesidades de cada persona.

El Departamento de Sanidad ha puesto en marcha un proyecto para mejorar la accesibilidad de los pacientes al control del tratamiento anticoagulante oral (TAO).

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