Recomendaciones poblacion adulta
La evidencia científica demuestra que la actividad física practicada con regularidad, es decir, todos o casi todos los días de la semana:
- Ayuda a mantenerse ágil físicamente. Fortalece los músculos mejorando la capacidad funcional. También, previene la pérdida de masa ósea (osteoporosis).
- Mejora el bienestar mental, reduce los síntomas de ansiedad y estrés, mejora el sueño y reduce el riesgo de depresión. Además, aumenta la percepción de bienestar y satisfacción con el propio cuerpo.
- Mejora la función cognitiva, y reduce el riesgo de deterioro cognitivo, incluyendo la Enfermedad de Alzheimer.
- Fomenta la sociabilidad y aumenta la autonomía y la integración social, especialmente en personas con discapacidad.
- Contribuye a mantener un peso adecuado y reducir la adiposidad; la actividad física es un factor determinante en el consumo de energía, por lo que es fundamental para conseguir el equilibrio energético y el control del peso.
- Reduce el riesgo de desarrollar: Obesidad, Diabetes tipo 2, Enfermedades cardiovasculares, Hipertensión arterial, Cáncer de mama, colon, vejiga, endometrio, estómago, riñón y esófago, Hipercolesterolemia (colesterol elevado), aumentando el colesterol "bueno" (HDL) y disminuyendo el "malo" (LDL).
- Reducción del riesgo de caídas.
- Mejora la evolución de algunas enfermedades crónicas una vez se han desarrollado, como diabetes (ayudando a controlar los niveles de azúcar), hipertensión arterial, hipercolesterolemia u obesidad.